Aquí va mi ranking, recién salido del horno, con los 10 mejores hostings compartidos para 2025. Los ordené de “¡wow, esto vuela!” a “mmm, sirve, pero hay opciones mejores”, basándome en nuestras pruebas de rendimiento, el mimo del soporte, los precios que no duelen y, claro, la experiencia real de uso.
Además, te dejo un resumen con sus pros, sus contras y un par de ejemplos prácticos para que, al final, escojas el que de verdad encaje con tu proyecto (y con tu bolsillo).
Puesto | Hosting | Pros principales | Contras principales |
---|---|---|---|
1 | Hostinger | Precio imbatible, gran velocidad, interfaz sencilla, dominio gratis, 100 webs en un plan, uptime >99,97% | Espacio limitado según plan, copias de seguridad diarias solo en plan caro, sube el precio al renovar |
2 | Webempresa | Soporte 24/7 en español, gran seguridad, rendimiento estable, copias de seguridad diarias | Precio alto tras primer año, espacio limitado, visitas mensuales limitadas |
3 | Raiola Networks | Soporte excelente, migraciones gratis, tráfico ilimitado, uptime 99,99% | Panel anticuado, espacio limitado, solo 2 webs en plan básico, precio medio-alto |
4 | SiteGround | Velocidad y uptime top, soporte rápido, CDN gratis, copias de seguridad diarias1 | Precio superior a la media, espacio limitado, sube tras primer año |
5 | LucusHost | Muy buen uptime, CloudLinux, soporte 24/7, escalable, SSL gratis, copias de seguridad | Velocidad algo menor en plan gratis, carga de archivos algo lenta en planes básicos |
6 | Sered | Excelente relación calidad-precio, soporte rápido, migraciones gratis, precios bajos | Panel poco moderno, uptime algo menor (99,7%), espacio limitado |
7 | Tropical Server | Optimizado para CMS, velocidad alta, seguridad avanzada, CDN y LiteSpeed incluidos | Web solo en español, precio alto para lo que ofrece, espacio limitado |
8 | Bluehost | Fácil de usar, buen soporte, dominio gratis, recomendado por WordPress, escalable | Precio más alto tras primer año, velocidad media, recursos limitados en plan básico |
9 | HostArmada | Buen soporte, copias de seguridad diarias, SSL y dominio gratis, protección avanzada | Espacio limitado, menos conocido, sube el precio al renovar |
10 | DreamHost | Espacio y tráfico ilimitados, panel propio, fácil de usar, garantía de uptime 100%, WordPress recomendado | Velocidad media, soporte solo en inglés, precio superior en planes avanzados |
Índice de contenido
Detalles y Consejos Prácticos
1. Hostinger
¿Quieres estirar cada euro sin renunciar a un sitio que cargue rápido? Entonces Hostinger puede convertirse en tu mejor cómplice. Funciona de maravilla para blogs con tráfico medio, tiendas online modestas o ese proyecto personal que todavía huele a ilusión recién horneada.
Ejemplo: imagina que llevas tres blogs de recetas y, además, vendes tazas con tus frases favoritas; con un único plan los reúnes a todos y evitas el caos de múltiples facturas. Más cómodo, imposible.
Consejo: el primer año cuesta poco más que un par de cafés al mes; la verdad es que merece la pena. Y es que, cuando se acerque la renovación, revisa el importe con lupa: el precio sube, así que anótalo en tu calendario y decide con tranquilidad si sigues o cambias de aires.
2. Webempresa
¿Tu web es el corazón de tu negocio y no puedes permitirte sustos? Entonces Webempresa podría ser tu chaleco antibalas digital. Además de responder en un español clarísimo —y en cuestión de minutos, casi antes de que se enfríe el café—, refuerza la seguridad con un blindaje digno de un portero de discoteca.
Ejemplo: imagina que preparas un gran webinar, tu landing peta la noche anterior y, la verdad es que, entras en pánico. Abres ticket, y es que, en menos de diez minutos, ya tienes al técnico guiándote paso a paso para dejar todo fino antes del directo.
Consejo: revisa con lupa el plan que contrates; el espacio en disco y el límite de visitas funcionan como un traje a medida. Si tu empresa crece y el tráfico se dispara, querrás que el hosting no te quede apretado… ni te cueste un ojo de la cara.
3. Raiola Networks
¿Notas que tu web pisa el acelerador y el servidor de siempre ya no aguanta el ritmo? Entonces Raiola llega como un mecánico de Fórmula 1, ajusta el motor al vuelo y te devuelve a la pista con un balance bastante afinado entre rendimiento y soporte. Además, el panel es tan intuitivo que no hace falta hablar “técnico” para moverte sin tropezar.
Ejemplo: imagina que te mudas desde ese hosting baratillo que bosteza cada vez que abres el backend. Levantas la mano y, la verdad, los chicos de Raiola te trasladan todo gratis—bases de datos, correos, cachivaches varios—mientras tú te tomas un café y revisas Analytics en modo zen.
Consejo: si ya gestionas más de dos webs, o prevés picos de tráfico que hagan sudar al servidor, súbete a un plan superior desde el principio. Y es que pagar un poquito más, ahora te evitará el susto de quedarte sin recursos justo cuando la visibilidad empiece a despegar.
4. SiteGround
¿Tu proyecto va en serio y necesitas un hosting que aguante el tirón sin despeinarse? SiteGround es ese guardaespaldas tecnológico que, además de fuerte, sabe artes marciales: ofrece cacheo inteligente, copias diarias y un CDN que reparte tu contenido como si fuera pizza recién hecha—rápido y a todas partes.
Ejemplo: imagina tu tienda online durante el Black Friday. Entras en modo “todo a tope”, las visitas se disparan y, la verdad es que, con SiteGround el servidor ni se inmuta: la caché dinámica y el CDN actúan como un doble carril rápido, evitando atascos cuando más lo necesitas.
Consejo: el primer año es goloso, casi una ganga. Y es que, pasado ese período, la tarifa sube de nivel como si le hubieran puesto turbo. Anótalo en tu calendario y revisa con calma si el rendimiento extra sigue compensando la subida.
5. LucusHost
Si buscas un servidor que no se tambalee ni con la peor de las tormentas digitales, LucusHost se planta firme como un faro en la costa gallega: estable, seguro y con un soporte que, la verdad, se siente casi familiar. Además, sus planes crecen contigo, sin dramas ni mudanzas dolorosas.
Ejemplo: imagina que lanzas un blog modesto hoy y, de pronto, tu contenido despega como cohete de fin de año. Con un par de clics le dices al equipo: “Necesito más chicha”. Y es que, en cuestión de minutos, te migran al plan superior sin tocar un solo archivo. Tu web ni se entera… tú tampoco.
Consejo: el plan gratuito es el patio de juegos perfecto para trastear, probar plugins o romper cosas sin miedo. Eso sí, para producción va un poco a pedales; cuando tu proyecto salga al mundo, pásate a un plan de pago y notarás el cambio como de bicicleta a moto.
6. Sered
¿Tienes el bolsillo apretado, pero no quieres que tu web se venga abajo al primer estornudo? Sered es ese amigo cumplidor que llega a tiempo, no hace ruido y, además, no te sangra la cartera. Sencillo y fiable: como un viejo Seat Ibiza que arranca a la primera aunque lleve media vida en garaje.
Ejemplo: imagina que montas la web de tu estudio de yoga con un presupuesto tan ajustado como tu esterilla. Empiezas en Sered porque la cuota es amigable y, cuando el negocio crezca, migras gratis a un plan más potente sin sudar la gota gorda.
Consejo: el panel de control es funcional, aunque se nota que no pasa por maquillaje desde hace un tiempo. Nada grave, pero si vienes de una interfaz más moderna te sentirás como cambiando de smartphone a un Nokia clásico: al principio cuesta, luego simplemente funciona.
7. Tropical Server
¿Tu web vive en WordPress, PrestaShop, Joomla o incluso en ese Moodle que a veces se pone quisquilloso? Entonces, Tropical Server actúa como un maître de lujo: abre la puerta, acomoda a tu CMS en la mesa buena y le sirve caché optimizada sin que tengas que alzar la mano. Además, trae plantillas afinadas y ajustes “out of the box”, de esos que te ahorran pelearte con plugins y pantallazos blancos.
Ejemplo: imagina un campus online repleto de vídeos y foros donde los alumnos se conectan a todas horas. La verdad es que con Tropical Server el panel ya viene pensado para clases virtuales: activa compresión, sube los materiales y—¡voilà!—tus estudiantes navegan sin lag, como si estuvieran pasando las páginas de un cuaderno.
Consejo: el servicio es top, pero, y es que, el precio también se sube a la parra si tu proyecto aún gatea. Si vas a lanzar apenas un blog personal o una tienda chiquita, quizá mejor empezar con algo más modesto y dar el salto cuando tus visitas pidan pista extra.
8. Bluehost
¿Llegas al universo del hosting con mil dudas y cero tiempo? Bluehost te abre la puerta como ese profe que ilustra la pizarra con dibujos sencillos y, además, te deja copiar los apuntes. El panel es casi un paseo guiado ―elige dominio, pulsa un par de botones y voilà, tu WordPress se instala antes de que termines el café― y las guías paso a paso están escritas en “humano”, no en jerga de ingeniero.
Ejemplo: imagina que nunca has tocado un cPanel en tu vida. La verdad es que, con Bluehost, subes tu primer tema, añades un plugin de reservas y, si te atascas, un tutorial en vídeo te rescata en dos minutos. Y es que la curva de aprendizaje se vuelve más rampa que montaña.
Consejo: ojo con el plan básico: solo permite un sitio y se queda corto en copias de seguridad y almacenamiento. Antes de lanzarte, apunta cuántas webs y cuánto espacio vas a necesitar; así evitarás sorpresas y upgrades apresurados cuando tu proyecto empiece a crecer.
9. HostArmada
¿Te quita el sueño la idea de que un hacker curiosee tu web? Entonces HostArmada se convierte en tu castillo con foso incluido: monitoriza ataques, hace copias de seguridad cada veinticuatro horas y, la verdad, el equipo de soporte aparece cuando asomas la linterna —sin esperar eternidades— para apagar cualquier incendio digital.
Ejemplo: piensa en ese portfolio con el que te ganas clientes; necesitas tranquilidad para centrarte en diseñar, no en cruzar los dedos cada vez que actualizas un plugin. Con HostArmada, activas el WAF, respiras hondo y sigues creando, sabiendo que hay una copia fresca lista por si algo se tuerce.
Consejo: el espacio en disco es algo ajustado, así que mide tus necesidades como quien hace la maleta antes de un viaje largo. Si tu proyecto va a llenarse de fotos en alta resolución o vídeos pesados, calcula bien o súbete de plan antes de que tu web empiece a crujir por falta de sitio.
10. DreamHost
¿Subes imágenes, vídeos y textos como quien reparte caramelos en carnaval? Entonces DreamHost se siente como un buffet libre: espacio y transferencia sin tope para que sirvas contenido a placer. Además, su panel propio —no es cPanel, pero se deja querer— hace buenas migas con WordPress y te permite instalarlo en un parpadeo.
Ejemplo: imagina que gestionas tres blogs, un foro vivísimo y, además, un portal con cientos de PDFs. La verdad es que, con DreamHost, el temido “disco lleno” nunca asoma: subes, actualizas, borras y vuelves a subir sin la ventanita roja de “quota exceeded”.
Consejo: ojo, el soporte se comunica solo en inglés y la velocidad es decente, sin fuegos artificiales. Y es que, si tu audiencia está en España o Latinoamérica y prefieres atención en tu idioma (o requieres tiempos de carga de Fórmula 1), tal vez quieras comparar un par de opciones antes de comprometerte del todo.
Consejos finales para elegir sin romperte la cabeza
- Para exprimir cada euro: Hostinger o Sered.
Son como los tickets de metro: baratos, fiables y te llevan a donde necesitas… sin dejarte sin cambio para el café. - Para soporte en español y un escudo antibalas: Webempresa o Raiola.
Además de hablar tu idioma, responden rápido y vigilan tu web como si fuera un escaparate repleto de diamantes. - Para vivir en modo WordPress sin complicarte: Bluehost, DreamHost o LucusHost.
La verdad es que en estos servidores la instalación se siente casi mágica: un clic, un sorbo de café y tu blog ya está online. - Para proyectos que no paran de crecer: SiteGround o LucusHost.
Y es que, cuando el tráfico pisa el acelerador, estos hostings escalan recursos sin sudar ni una gota. - Para tiendas online o webs con picos de visitas tipo Black Friday: SiteGround o Tropical Server.
Su CDN y su caché trabajan como camareros en hora punta: atienden rápido y no se les cae la bandeja.
🔍 Nota de transparencia: verás que algunos enlaces son de afiliado. Si terminas contratando, nosotros ganamos una pequeña comisión. Aun así, puedes estar tranquilo: estos proveedores están en la lista por méritos propios, no por el enlace.
Piensa en tu proyecto, en el presupuesto que realmente te hace cosquillas y, claro, en si prefieres que el soporte te responda en español o en inglés. Si aún dudas, empieza por un plan económico y mejora cuando tu web lo pida a gritos.
¿Quieres que afinemos con un ejemplo concreto? Cuéntame qué tipo de sitio planeas y te echo un cable para clavar la elección de hosting.